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Corpus Christi: La Iglesia pide justicia y paz para Bolivia y que no se haga sufrir a las familias de los acusados

SOCIEDAD
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Bajo el lema “Con Cristo Sembradores de Justicia y Paz”, la tarde de este jueves, monseñor René Leigue, arzobispo de Santa Cruz, pidió justicia, paz y un trato justo para las personas que cometen errores y que ahora son procesadas. Lo hizo durante la celebración de Corpus Christi en el atrio de la Catedral de Santa Cruz.

¿Cuántas personas hay ahora sufriendo por injusticia?, ¿cuántas personas calumniadas?, ¿a cuántas personas le han inventado un juicio, por ahí?, ¿cuántas personas están presas, sin tener un juicio?, ¿cuántas personas se las está investigando y hasta ahora se soluciona aquella investigación?, se preguntó Leigue.

Agregó que, si “somos personas de fe, deberíamos ser justos con los demás”. El representante de la Iglesia católica se dirigió a los juzgadores indicando que “en sus manos está la decisión de la justicia. Vean a la otra persona como persona y no como enemigo, o como alguien que les hará daño”.

Complementó diciendo que, “si alguien cometió un error, es justo que pague su error, pero de una manera justa, si se trata de condenarlo, y no haciendo sufrir a la familia, haciendo sufrir a la sociedad. Estamos viviendo momentos muy difíciles aquí en nuestro país”, señaló.

¿Qué hacemos, dónde vamos y a quién escuchamos?

René Leigue se hizo algunas interrogantes en su reflexión al pedido de justicia y paz en Bolivia. Indicó que la solución no es sacar leyes para lograr la tranquilidad en el país. “Nos podemos llenar de leyes, pero pienso que la solución no es esa”, señaló y apuntó al comportamiento de cada ser humano.

“¿Usted es una persona de paz?, ¿está libre de rencor o de rabia?, ¿está libre de odio?, ¿está libre de venganza?”, se cuestionó el religioso, a tiempo de indicar que muchas personas exigen paz, pero ellos tampoco realizan acciones de paz.

“Lo que contamina a la persona no es lo que entra, sino lo que sale y eso se trasmite. Si se vive en paz, se transmite paz”, señaló a tiempo de pedir amor y paz en las familias.

Fiesta del cuerpo de Cristo

Recordó que la celebración de Corpus Christi es la fiesta del cuerpo y la sangre de Cristo. “Esta celebración es fundamental en la vida de todo ser humano y de todo creyente y de todos los que creemos en Dios”, remarcó.

Agregó que “Cristo se entrega por nosotros, se queda con nosotros, en ese pedacito de pan y en ese poco de vino, que cuando el sacerdote lo consagra, se convierte en el cuerpo y la sangre de Cristo”.

"Esta fiesta es llena de fe y de amor de Dios hacia nosotros. Se cumple lo que Jesús nos dice, yo estaré siempre con ustedes hasta el fin de los tiempos", precisó Leigue en la homilía.

El arzobispo de los cruceños también señaló que las personas que no llegan a la comunión no están bien consigo mismo. Dijo que su corazón de esas personas no está limpio y sí está con rencor o con ganas de venganza, por lo que “son conscientes que no merecen acercarse a recibirlo a Cristo”.

Mencionó que los cristianos deben alimentarse con el cuerpo de Cristo para no “tambalear” en la fe, vencer el mal y poder superar los problemas. 

Leigue también destacó la masiva asistencia de personas en el atrio de la catedral, en la plaza 24 de Septiembre, aunque pidió que no se lo haga como tradición, por ser la celebración de Corpus Christi. “Hay que pensar en el cuerpo del Señor”.

Tras la eucaristía, los fieles y religiosos se dirigieron a la procesión por las principales calles y avenida de la capital cruceña.

 

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